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Reseñas del CD Once Canciones

     “Hanchard utiliza una voz educada en la música barroca para interpretar atractivamente la agridulce colección de canciones de Luzuriaga. Diego Luzuriaga (1955), original de Ecuador, utiliza en esta sucesión de 11 canciones, elementos de la música de varios países sudamericanos. Las personas familiarizadas con la música de los Andes reconocerán parte de las formas melódicas. Aunque las canciones parecen recordar a las canciones tradicionales sudamericanas con acompañamiento de guitarra, la poesía es moderna. Dana Hanchard empezó a cantar primero con Luzuriaga cuando ambos eran estudiantes en Nueva York en los años ochenta. Aunque se haya especializado en el repertorio Barroco, la voz de la cantante y su sentido dramático se moldean perfectamente al estilo más folk y relajado que estas canciones requieren. El compositor se suma al guitarrista Girolamo para un par de canciones que tienen acompañamiento de dos guitarras. La música está en el borde que separa la música de concierto y la música popular. Con sólo 40 minutos de duración, este disco es hermoso e inolvidable.”

Patrick O’Connor, Gramophone, England, September 5, 2001

     “Las "Once Canciones" de Diego Luzuriaga " (sello Fertile Ground Music) son las más simples de todas estas piezas [contando las de los compositores Tan Dun y George Rochberg], pero su encanto es más profundo. Luzuriaga escribió sus propias textos para estas canciones melancólicas y tiernas, acerca de la infancia, acerca de la familia, y acerca de los senderos ordinarios de la vida. Su estilo humilde y directo será tan atractivo a los amantes de la música de Jobim como a los amantes de la canción de arte clásica.”

Russell Platt, The New Yorker, August 28, 2001

     “Aquí va una sorpresa. Diego Luzuriaga no es un famoso compositor, la soprano Dana Hanchard es mejor conocida como especialista de la música barroca, y Fertile Ground Music es un sello excepcionalmente oscuro. Pero estas canciones latinoamericanas son absolutamente encantadoras, y la interpretación de Hanchard es exquisita.

Aunque Luzuriaga es ecuatoriano por nacimiento, su música presenta una gran variedad de estilos populares y folklóricos de toda Latinoamérica. Acompañadas suave y simplemente por la guitarra, con un toque de percusión suave y ocasional, el aire de estas canciones es íntimo y abiertamente sentimental. 'Estas canciones nacieron sin esfuerzo,' Luzuriaga escribe en los comentarios en la portada, 'sin encargos o fechas topes, y fueron inspiradas por mis amigos, mis niños, mi vida y mis cosas queridas'. Esta facilidad es audible en el despliegue natural de la música y en la manera como la melodía y palabras (escritas también por el compositor) parecen inextricablemente atadas.

La voz de Hanchard tiene una calidad apropiadamente oscura y terrenal, con un vibrato rápido y trémulo. Canta con una fluidez rítmica natural y suena convincentemente improvisa, aumentando mucho el poder expresivo de estas canciones. Se envuelve en la música de la misma manera como una actriz asume un carácter. En 'Bendita la Tierra,' por ejemplo, Hanchard permite que su ardor suba gradualmente hasta las líneas finales: 'El recuerdo es la única cosa que me mata, corazón necio', culminando así con una intensidad de sentimiento casi intolerable. El guitarrista Bill Girolamo proporciona un acompañamiento atmosférico y algo deferente. La calidad de grabación es de primera clase. Este es un álbum excepcionalmente hermoso y conmovedor.”

Andrew Farach-Colton, Opera News, August 2001

     “Uno de los descubrimientos más emocionantes que he hecho últimamente es Once Canciones, una colección de canciones de cuna y canciones de amor de Diego Luzuriaga, grabada por la soprano Dana Hanchard. Luzuriaga tiene una vena lírica notable; sus melodías son íntimas y delicadas, pero vehementes; y también dan la sensación de durabilidad.”

Brian Kellow, Opera News, September 2001

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